lunes, 13 de diciembre de 2010

EL ALLOZAR. VILLARUBIA DE LOS OJOS (CIUDAD REAL)

Este fin de semana día 11 de Diciembre he estado recorriendo la sierra de los Montes de Toledo, he de decir que nunca había estado en esta sierra en esta época del año y me ha sorprendido muy gratamente. Últimamente los municipios de Madridejos, Urda, Villarubia, Las Labores, Puerto Lápice y Fuente el Fresno se han tomado el tema de la conservación y mantenimiento de la sierra mucho más en serio y se están observando grandes áreas reforestadas en las faldas de las montañas y limpiezas selectivas de encinares para combatir los incendios forestales.

Llevo mucho tiempo haciendo rutas por este entorno y me alegra observar que por fin la naturaleza le importa a alguien y ahora da gusto recorrer la sierra y observar de vez en cuando grandes ciervos con sus crias, setas de todos los tamaños y colores, conejos, libres y rapaces y hasta los arroyos se ven correr.

Como digo esta semana he hecho una ruta por uno de los rincones que me quedaba por conocer, un cordal de montañas cuya ladera sur da a los términos de Las Labores y Villarubia y que gracias al GPS pudimos explorar a fondo.

DATOS TÉCNICOS DE LA RUTA:

DISTANCIA: 36.5 km.
DIFICULTAD: Alta
DESNIVEL POSITIVO: 406 m.
ALTURA INICIAL: 660m.
ALTURA MÁXIMA:1063m.
TIPO DE RUTA: Circular.
CICLABILIDAD: 95%


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

Salimos del municipio de Puerto Lápice por su salida SW dirección Las Labores por el camino que baja de Fuente Umbrión llamado Camino de Valdezarza, atravesamos las casas de Don Luis en suave subida durante 11 kilómetros, justo antes de llegar a unas casas que rodean el camino y al pasar unos carteles donde se indica que hay un convenio de protección del Lince Ibérico sale un camino que recibe el nombre de Senda de Cubas y que comienza a ascender de manera más clara entre un bosque mixto de encinas y pinos.
Segimos la pista principal que queda siempre a la izquierda, no tomamos ningún desvio a pesar de que en un momento sale una pista muy bien acondicionada a nuestra derecha y que apenas lleva pendiente. Alcanzamos al cabo de 2.5 kilómetros de subida un abrebadero donde los animales se acercan a beber, la pista rodea el abrebadero por la izquierda en lo que será la rampa más dura de la jornada que apenas alcanza los 40 m. de longitud pero que, sin duda, nos pondrá a prueba nuestra resistencia y habilidad con la bici.
Una vez pasada esta rampa la subida sigue de manera ahora más suave pero muy constante durante otro kilómetro más hasta alcanzar un visible collado que nos recibirá con una fantástica valla.
Nuestra ruta transcurre al otro lado de la valla donde el camino continua, aquí debemos buscar un punto para saltar y pasar las bicis por lo que es recomendable localizar una gran piedra que se apoya al pie de la valla sobre la que subirnos para pasar las bicis por arriba.
Una vez al otro lado de la valla nos encontramos en la impresionante finca del Allozar, una finca privilegiada que abarca todo el valle que tenemos ante nosotros y donde existe caza mayor y una yeguada de pura raza española.
La finca es un prototipo de lo que debiera ser el bosque mediterraneo, con bosques maduros de encinas, grandes ciervos y jabalies, praderas en el fondo del valle y de Otoño a Primavera gran cantidad de agua corriendo por los barrancos.
Nosotros tomamos el camino que sale en suave descenso entre las jaras y que rodea cerca de la cresta todo el valle para alcanzar el otro lado y descender en una bajada fácil y muy divertida hasta la casa del propietario de la finca, estamos en una propiedad privada y por lo tanto, a pesar de que nuestro único interés es disfrutar con el deporte y la naturaleza tratamos de pasar inadvertidos por cualquier persona que se encuentre en la finca, por lo que pasamos sin hacer ruido y rápido al lado de la casa dejando a un lado a la altura de la casa una pista que sube en línea recta de nuevo al cordal esta vez en el lado opuesto de por donde entramos en la finca.
Así descendemos hasta el barranco principal que seguimos hasta alcanzar una bifurcación en V que aparece ante nosotros. Tomamos el camino de la izquierda que avanza en ligera subida pero que rápidamente vuelve a bajar. No tomemos el camino de la derecha pues va a salir al cortijo de la finca donde se encuentra el personal que se encarga del mantenimiento de la misma, guardas y demás personal que se encarga del cuidado y gestión del coto.
Siguiendo el camino alcanzamos una encrucijada de caminos donde un guarda de la finca nos vió, nuestra idea era tomar un camino que sale a la izquierda y que posteriormente gira a la derercha para continuar por el interior de la finca y pasar de nuevo al lado del que veníamos por otro collado pero no pudo ser.
El guarda nos interrogó y después de indicarnos que no nos iba a denunciar nos sacó de la finca por la pista principal, pudimos ver yeguas, el caserío de cerca y hasta una pequeña plaza donde paseaban a los caballos.
Una vez salimos de la finca cogimos el camino que sale a nuestra izquierda, poco definido y que va del Allozar a las Labores y que en su tramo inicial a pesar de ser evidente puede verse un poco desdibujado por los arados de las fincas de olivos que lo rodean.
Este camino nos llevará directos a la vieja carretera de Puerto Lápice a las Labores y que seguiremos hasta regresar de nuevo a Puerto Lápice donde acaba nuestra ruta.